viernes, 27 de agosto de 2010

Romper con el imperialismo: la tarea urgente



Escribe: Efraín Monje ( visita la pag.LIT.CI)

El actual presidente de El Salvador, Mauricio Funes, a pesar de ser el candidato del FMLN (sin ser orgánico del partido), ha dicho al semanario brasileño Veja que "no existe el imperialismo". En este artículo vamos a repasar rápidamente los principales rasgos del imperialismo y vamos a plantear por qué creemos que el presidente Funes ha dado estas declaraciones.

El imperialismo desarrollo dos características que nos interesan aquí, distintas en relación al período de la libre competencia: el surgimiento del capital financiero y la monopolización del capital. Lenin, en El imperialismo, fase superior del capitalismo, demostró que había capitales excedentes en los centros imperialistas, llevando a una tendencia permanente de buscar ampliar la masa de plusvalía acumulada, promoviendo la exportación de capitales que extrajesen nuevas cantidades de plusvalía en los países atrasados y, con eso internacionalizando el capital financiero.

Para él, esa era la fase monopolista del capitalismo. El capital financiero era la fusión del capital bancario monopolista en asociación con los monopolios industriales, bajo la dirección de los primeros. Por ello, la centralización del capital llegaba a niveles extremos en esa fase.

El capital monopolista, superado el período de la libre competencia, cambia la forma de distribución internacional de la acumulación. Hasta mediados del siglo XX, cada país tenía por regla general su propio parque industrial y estaba centrado en determinados sectores o ramas productivas. Hoy existe una acumulación mundializada, en que los capitales imperialistas llevan hasta el fin la previsión de Lenin sobre la exportación de capitales e incorporación de los mercados de todo el mundo.

La división internacional del trabajo incorporó los mercados de tal forma que gran parte de la acumulación de capital se realiza con los beneficios obtenidos fuera del país para justo después ser incorporados a las empresas y bancos con sede en los centros. El caso más evidente es el principal imperialismo, los EEUU, que extrae inmensas masas de plusvalía por la explotación de la clase obrera en otros países, de los cuales el más evidente es China, haciendo que su crecimiento dependa cada vez más de la plusvalía extraída fuera el país.

Nosotros somos conscientes de que la gran mayoría de la clase trabajadora votó por el FMLN, y por Mauricio Funes no sólo para derrotar a ARENA, sino también con la expectativa de que con su victoria se haga un cambio real en sus condiciones de vida. En el MSTC creemos que esto no es posible sin atacar directamente la base de la miseria y pobreza del pueblo salvadoreño, que es la explotación imperialista. Nos parece que las declaraciones del presidente Funes negando la existencia del imperialismo, y la existencia de las clases sociales son realmente el fundamento ideológico para renunciar a las principales demandas del pueblo salvadoreño por un cambio estructural en el orden económico del país.

La clase trabajadora de El Salvador ha venido luchando por reivindicaciones que se enfrentaban directamente con el imperialismo, y la mayoría de estas reivindicaciones habían sido recogidas por el FMLN por lo menos en sus programas de gobierno. Sin embargo estas reivindicaciones fueron excluidas el último programa de gobierno del FMLN, con el cuál ganaron las elecciones. Las consecuencias de esto ya se han hecho manifiestas, parte de ello son las declaraciones del presidente Funes, negando su voluntad a suspender la construcción de la represa del Chaparral.

Nosotros creemos que el actual gobierno no se va a enfrentar al imperialismo, y que por el contrario va a continuar garantizando las políticas imperialistas en El Salvador y en la región. Sin embargo sabemos que la gran mayoría del pueblo salvadoreño espera que el presente gobierno realmente haga un cambio.

Si tenemos acuerdo en que la única forma de sacar a la clase trabajadora salvadoreña de la miseria es rompiendo con el imperialismo exijámosle al gobierno que retome las exigencias antiimperialistas del pueblo salvadoreño:

1-¡Desdolarización!

Desde el 2001 El Salvador asumió como su moneda nacional al aólar estadounidense. Bajo el pretexto de agilizar transacciones comerciales, regular la inflación, y agilizar las remesas; lo que se hizo realmente fue renunciar a la independencia del país en el tema de política económica. El gobierno no tiene ningún control sobre los intereses ni sobre la política monetaria, y al renunciar a esto se pierde un importante control sobre la economía. Es común escuchar a un trabajador salvadoreño decir que "antes con el colón se ganaba menos pero la plata abundaba más".

2-¡Salida del TLC!

El TLC fue un proyecto aprobado en una madrugada a espaldas del pueblo salvadoreño. Con el renunciamos a nuestra soberanía legal, poniendo los intereses de las transnacionales por encima de nuestra propia legislación. Se prometió más empleo y realmente no se ha generado este empleo. En general únicamente sirve para garantizar la extracción de la riqueza de El Salvador
por parte de las empresas imperialistas.

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